de cajones de fruta, aparcamiento de motocicletas, como refugio del musgo y de plantas de más de metro y medio –en el pasillo de salida al río-, y en la parte central como escenario de toda ornamentación, como se ha podido ver esta Navidad con la colocación de varios árboles navideños –cuestión que a Patrimonio Histórico no debe de hacerle mucha gracia-. Esta historia de verdaderas injusticias hacia los trianeros comienza en 1998 cuando se acometen las obras de remodelación del Mercado de Triana. En ese momento se descubren los restos del Castillo de San Jorge bajo el Mercado. Una vez que queda inaugurado el Mercado por el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, el 17 de junio de 2001, la Asociación Cultural Raíces Andaluzas ve que esos restos pueden ser una fuente de riquezas tanto culturales como económicas para los propios comerciantes del Mercado. Juan José Barrado, su presidente desde la fundación de la asociación en 2001, cuenta que, desde ese mismo año, se pusieron manos a la obra para promover dicha rehabilitación de los restos y que se abrieran al público. La Junta Directiva de tal asociación se reunió en varias ocasiones con el ex delegado de Salud y Consumo, José Antonio García. “Siempre nos decía que se estaba elaborando un proyecto y cuando estuviera hecho nos avisaría, se fue este señor del Ayuntamiento y nada de nada”. A José Antonio García le sustituyó en el mismo cargo Cristina Vega, que además de repetirle la misma frase que García, les informaba de que “las obras iban a comenzar más o menos a mediados de diciembre del año 2006. Es evidente que no ha sido así”.Fue en esa fecha, el 12 de diciembre de 2006, cuando Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, delegado de Presidencia y Hacienda y vicepresidente del Consorcio de Turismo, y Cristina Vega, presentaban el proyecto de musealización del antiguo Tribunal de la Inquisición, cuyas obras serían licitadas en el primer cuatrimestre de 2007. Promesa que tampoco se ha cumplido. En este momento, los restos del Castillo pasan a titularidad del Consorcio.
A la tercera…
El proyecto, dentro del Plan Turístico de Sevilla 2006-2009, contempla dos fases de actuación dotadas con un presupuesto de 1,8 millones de euros. La primera se centra en la puesta en valor de los restos arqueológicos; y la segunda, abordaría la musealización de los restos. El plan de ejecución de las obras de ambas fases sería de 12 meses, por lo que, en diciembre de 2007 las obras tendrían que haber concluido. Por segunda vez, compromiso incumplido. Este recurso turísticos también albergaría un Centro Temático de Interpretación, que actualmente, según Barrado, sirve de “cuarto de almacén” para los productos de la empresa contratada para la limpieza del Mercado.
Pero como no hay dos sin tres, el 18 de noviembre de 2007, el Ayuntamiento de Sevilla anunciaba la licitación del proyecto de restauración y musealización del Castillo de San Jorge, donde asimismo, se aseguraba que en un plazo de doce meses las obras debían de haber concluido.
Pues bien, a día de hoy, el Consorcio de Turismo ha comunicado a ABC que está pendiente el fallo de la empresa que va a ejecutar el proyecto de restauración y musealización del Castillo, que según éstos, “se dará a conocer en breve”.
“Creemos que los restos se deben abrir ya al público, así como el Centro de Interpretación”, reivindica Barrado, “el Ayuntamiento de Sevilla ha prometido que el Museo de la Cerámica estará abierto para el año 2010, esperamos que de estos restos no se vuelvan a olvidar, porque no sólo se están olvidando de unos simples restos, sino de la historia de nuestra ciudad”.
Urgente restauración
Los comerciantes que tienen sus puestos en el mismo Mercado de Triana han visto desde que se inauguró, tras la remodelación, no se consume tanto en el mercado, como tipo de compra tradicional, como en los hipermercados. Piensan que si se abriesen los restos del Castillo al turismo de Sevilla sería un punto más para revitalizar una forma de comprar que poco a poco se está perdiendo. Juan José Barrado y su asociación, increíblemente después de los desplantes tanto del Ayuntamiento de Sevilla como del Consorcio de Turismo, sigue confiando en que este proyecto algún día vea la luz y los trianeros y el resto de sevillanos puedan contemplar una parte de la historia de la ciudad.
Nuevas estancias en el Castillo
El Museo consta de varias salas: la Sala Sensorial donde se introducen los conceptos principales que se desarrollan a lo largo de la visita: el juicio de valor, el abuso de poder, y la indefensión de las víctimas.
La Barbacana, que da acceso a las ruinas del Castillo con aplicaciones gráficas que explican al visitante lo que allí ocurrió a través de diseños verticales y horizontales y de una maqueta de la
A continuación se accede a una Pasarela Interpretativa de madera y vidrio laminar, apoyada y nivelada sobre los pavimentos originales de las calles: los límites de la casa del inquisidor, el muro de las antiguas cárceles, la capilla, casa de familiares, y sala de juntas, finalizando en un espacio de reflexión final bajo el lucernario.
Seguidamente, la Sala de Audiencia coincide con la zona arqueológica en la que se realizará una recreación de un enjuiciamiento ficticio ocurrido en la época inquisitorial, mediante una escenografía de mobiliario y distintas esculturas de personajes sobre los que se proyecta un diorama virtual, de actores reales en movimiento.
Por último, se encuentra la Sala de la Tolerancia en la que el discurso expositivo pretende hacer reflexionar al visitante sobre mecanismos para combatir los procesos de injusticia e intolerancia. La proyección en esta sala podrá verse tanto por los visitantes al museo como por los usuarios del mercado.

El ejercicio comenzó a las 10:15 horas de la tras el aviso de la sirena. Los 68 bomberos -30 del País Vasco y 38 en periodo de prácticas de Sevilla- se agruparon en grupos de cuatro, cada uno con un jefe que les iba indicando qué material utilizar y cómo actuar. El ejercicio consistió en la actuación de los bomberos por derrumbe parcial de un edificio de dos plantas y la asistencia de heridos hasta un tercer nivel, el sótano. El inmueble, tras el derrumbe, supuestamente queda colapsado sin accesos ni salidas. Previa a la intervención de los bomberos, los perros adiestrados han localizado a las víctimas. En concreto doce figurantes ataviados con maquillaje e incluso con órganos de juguete asomando por sus cuerpos, chillaban desesperados por el dolor. Todo realismo.

En Andalucía, el 10% de los niños vienen al mundo con algún tipo de angioma -tumor vascular conocido popularmente como «antojo»-, y de ellos, el 3% nacen con un tipaje más importante. «Físicamente se les reconocen manchas rojas en la cara, que en algunos casos crecen de forma muy acelerada», asegura el jefe de Dermatología, Julián Conejo-Mir, quien añade, «los padres quedaban muy angustiados y teníamos que resolver este asunto». En junio de este mismo año nace una unidad multidisciplinar (con los fondos del mismo hospital), por la que se ha agilizado el reconocimiento y tratamiento de los pacientes al trabajar a tiempo real con otras unidades: maxilofacial, cirugía estética, cardiovascular, radiología, etc. Aunque, para ello, el hospital ha tenido la necesidad de incorporar una tecnología de última generación. Ya contaba con una alta cualificación que lo reconocía como centro de referencia de enfermedades cardiovasculares en Andalucía, ésta consistía en primer lugar en un tipo de láser, el de anhídrido carbónico, para la destrucción de tumores; otra, la terapia fotodinámica -curación del cáncer en la que no se precisa cirugía, por cremas—; además de ello, la unidad de cirugía micrográfica mohs -método por el que se extirpa el cáncer al microscopio y por el que el 90% de los tumores de piel difíciles se curan-, y por último, para detectar precozmente el melanoma, la dermatoscopia digital. Ahora, lo que el hospital ha incorporado ha sido un sistema de láser decolorante pulsado -que ha supuesto para el hospital una inversión de unos 120.000 euros-, para tratar a esos niños que tenían que irse fuera. Este avance supone por una parte, económicamente un ahorro considerable, ya que el SAS o la familia que acudía a clínicas privadas, tenía que desembolsar unos 9.000 euros por el tratamiento en centrso fuera de la red hospitalaria andaluza.
En la capital hispalense, desde 2001 ha aumentado la intercepción de estos talleres por la Policía Nacional, llegando a desmantelar más de 20 «factorías de explotación». Las zonas en las que se han localizado este tipo de establecimientos fueron el Cerro del Águila, Palmete, Su Eminencia, Nervión, El Cerezo y Polígono Aeropuerto.
Desaparece un menor









