Cada año, unos cien de los mejores profesionales se reúnen para hacer una completa revisión de la problemática de las fracturas óseas en el niño, debatiendo sobre los últimos avances en el campo de la traumatología infantil y compartiendo experiencias en el abordaje de la que constituye la primera causa de mortalidad en la infancia: las lesiones traumáticas. En el Seminario Internacional sobre Fracturas Infantiles, celebrado en el Hospital Virgen del Rocío, tales expertos llegaban unánimemente a una conclusión: la prevención es el mejor arma para combatir las fracturas infantiles. Unos traumas que cobran mayor importancia debido a las edades de los accidentados. Los huesos de los niños cuentan con una «zona de crecimiento» denominadas placa de crecimiento. Estas placas están conformadas por células de cartílago que se multiplican, aumentan su longitud y, más tarde, se convierten en hueso mineralizado duro. Si ese cartílago, al haber una fractura, no se trata adecuadamente tienen un riesgo elevado de que el hueso crezca deforme. David Farrington, jefe de Cirugía Ortopédica y Traumatología Infantil del Virgen del Rocío y codirector del seminario, afirma que, «las caídas de los niños jugando o haciendo deporte son imposibles de prevenir -las más frecuentes en los huesos radio y húmero-. Sin embargo, las fracturas por accidente de tráfico sí lo son, y hay que concienciar sobre ello». Más de la mitad de los atropellos se producen en niños, y a partir de este dato, los traumatólogos exigen que todas las áreas infantiles de la ciudad, como entradas y salidas a parques o colegios, se señalicen debidamente. Asimismo, consideran que «tendría que ser obligatorio» que todos los niños en bicicleta lleven casco, para evitar traumas craneoencefálicos. El especilista abogó por concienciar a los padres a llevar sillas reguladas para los menores de 12 años en todos los vehículos, ya que, los accidentes de tráfico son, con «gran diferencia» la primera causa de mortalidad infantil.
Avances tecnológicos
Con respecto a las fracturas óseas en los niños, los traumatólogos, en los últimos cinco años, «optan por resolver quirúrgicamente la mayor parte de las lesiones. Así, cuando antes un niño se fracturaba algún hueso, tenía que estar alrededor de seis semanas con la típica escayola, no obstante, «la cirugía favorece la movilidad precoz prácticamente a la semana de la operación». Un niño que se rompa la tibia, por ejemplo, una vez operado -se le suelda el hueso-, estará ocho días inmóvil, tras ese tiempo, el niño podrá empezar a andar con muletas y realizar ejercicios fisioterapéuticos.
Por otro lado, en la reunión los especialistas han dedicado tiempo para valorar la eficacia del uso de materiales reabsorbibles para la osteosíntesis. Ante se utilizaban agujas de acero inoxidable para la unión de un hueso fracturado mediante operación en la que se dormía al niño por anestesia. Más tarde, cuando el hueso ya está soldado, se volvía a intervenir para retirarle esas agujas. Ahora, el avance consiste en que se realiza una única intervención donde se coloca una aguja de poliglicolato. Una vez que el hueso está unido, el cuerpo absorbe ese material y no hará falta una segunda operación.
José Luis Rocha, secretario general de la Consejería de Salud de la Junta explicaba que en Andalucía el 42% de los niños sufren fracturas óseas, a diferencia de las niñas (27%), por las formas de jugar y hacer deporte, En total, unos 8.000 niños andaluces al año sufren algún tipo de fractura.
jueves, 17 de enero de 2008
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