sábado, 12 de enero de 2008

Nuestra piel, en buenas manos

La Unidad de Dermatología del Hospital Virgen del Rocío, que atiende al año a cerca de 800 menores, ha dado un salto cualitativo en la atención a estos pacientes. Los especialistas de pediatría dermatológica veían la necesidad de incorporar en el hospital una consulta especializada para evitar que niños con patologías severas tuvieran que «emigrar» al terreno de lo privado o a hospitales de Madrid, Navarra o Barcelona para ser tratados. En Andalucía, el 10% de los niños vienen al mundo con algún tipo de angioma -tumor vascular conocido popularmente como «antojo»-, y de ellos, el 3% nacen con un tipaje más importante. «Físicamente se les reconocen manchas rojas en la cara, que en algunos casos crecen de forma muy acelerada», asegura el jefe de Dermatología, Julián Conejo-Mir, quien añade, «los padres quedaban muy angustiados y teníamos que resolver este asunto». En junio de este mismo año nace una unidad multidisciplinar (con los fondos del mismo hospital), por la que se ha agilizado el reconocimiento y tratamiento de los pacientes al trabajar a tiempo real con otras unidades: maxilofacial, cirugía estética, cardiovascular, radiología, etc. Aunque, para ello, el hospital ha tenido la necesidad de incorporar una tecnología de última generación. Ya contaba con una alta cualificación que lo reconocía como centro de referencia de enfermedades cardiovasculares en Andalucía, ésta consistía en primer lugar en un tipo de láser, el de anhídrido carbónico, para la destrucción de tumores; otra, la terapia fotodinámica -curación del cáncer en la que no se precisa cirugía, por cremas—; además de ello, la unidad de cirugía micrográfica mohs -método por el que se extirpa el cáncer al microscopio y por el que el 90% de los tumores de piel difíciles se curan-, y por último, para detectar precozmente el melanoma, la dermatoscopia digital. Ahora, lo que el hospital ha incorporado ha sido un sistema de láser decolorante pulsado -que ha supuesto para el hospital una inversión de unos 120.000 euros-, para tratar a esos niños que tenían que irse fuera. Este avance supone por una parte, económicamente un ahorro considerable, ya que el SAS o la familia que acudía a clínicas privadas, tenía que desembolsar unos 9.000 euros por el tratamiento en centrso fuera de la red hospitalaria andaluza.
Por otra parte, tal y como afirma el dermatólogo infantil, José Bernabeu Wittel, «la calidad en la atención al paciente aumenta. No podíamos seguir sin atender bien a los niños que venían con problemas».Por otro lado, este nuevo protocolo de actuación en el Servicio de Dermatología incorpora un método para agilizar las listas de espera, como asegura Conejo-Mir, para evitar «paseos innecesarios». Por ejemplo, una persona acude a su médico de cabecera porque se ha detectado una mancha extraña en la piel, el mismo médico entonces hace una fotografía de la mancha y la envía por intranet, sistema de correo electrónico interno del servicio sanitario, a la unidad de dermatología del hospital. Allí, en 24 horas diagnostican la imagen y responden al médico de cabecera advirtiéndole de que el paciente tiene que acudir urgentemente al hospital o por el contrario es una patología simple que no necesita de la atención de un especialista.

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