«Es una vieja reivindicación de la gente de Triana que al fin vamos a poner en marcha», afirmaba ayer el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín en una visita a las instalaciones del futuro Museo. Triana tendrá un Museo de la Cerámica para el 2010, así lo confirmó Monteseirín, situado en la antigua sede de Cerámicas Santa Ana en la calle Antillano Campos, 2, 4 y 6. El Consistorio hispalense prevé que el proyecto tendrá un coste aproximado de 4,02 millones de euros, cifra que podría aumentar en función de las dificultades técnicas propias de la ejecución de las obras. No obstante, Monteseirín explicó que los gastos correrán tanto por cuenta de la Junta de Andalucía -concretamente la Consejería de Turismo-, como por el Ayuntamiento sevillano.
Se trata de un edificio protegido de finales del siglo XIX (1870) de unos 2.400 metros cuadrados en planta.
Además de un espacio expositivo, también servirá como centro de formación, ya que se estima la posible creación de una escuela taller.
El próximo día 3 de enero concluye el concurso de ideas convocado por el Consorcio de Turismo de Sevilla para definir el diseño y la rehabilitación del nuevo espacio, y se vaticina que será a finales de 2008 cuando comiencen las obras, que durarán entre 18 y 24 meses. Sin embargo, para llegar a esto, el Ayuntamiento ha suscrito un convenio de permuta de las fincas situadas en la calle Antillano Campos por una parcela propiedad municipal situada frente de la prolongación de la calle de La Palmera y colindante con la barriada Pedro Salvador y el antiguo cauce del Guadaíra. Por otra parte, la Casa Consistorial ha mantenido audiencias con Urbanismo así como con representantes del Distrito Triana-Los Remedios, de los comercios y vecinos de la zona.
El museo, según Monteseirín, «será el reconocimiento a la producción alfarera trianera y a su artesanía cerámica, recuperando el pasado, presente y futuro de esta actividad productiva, facilitando su conocimiento y comprensión».
¿Pisos de lujo?
En la visita de ayer, donde también acudió el delegado de Urbanismo, Emilio Carrillo, se pudo observar el ruinoso estado en el que se encuentra el inmueble. El alcalde, al observar que tantos metros cuadrados han estado durante más de un siglo inutilizados -en el siglo XIX se trató de la unión de tres casas de vecinos-, bromeó preguntando al cortejo que le seguía «¿cuántos pisos de lujo se podrían haber construido aquí?», a lo que un vecino de la zona le contestó, «por suerte ninguno, no lo hubiéramos permitido».
Hasta el momento, este terreno se ha utilizado como almacén de la cerámica que quedaba en desuso, que según algunos vecinos que acompañaron en la visita, mucho de ese barro moldeado databa de antes de los años 50. Al paso, en las distintas estancias, en concreto siete, uno se podía tropezar con infinidad de objetos. Azulejos, vasijas, cuencos, tejas, e incluso la corona de lo que pudo haber sido la figura de una Virgen. Y todo este material, según indicaron en la visita, se desechará, y para más inri, ofrecieron a algunos periodistas que «sin problemas» se llevaran piezas «de recuerdo».
El inmueble en general presenta un estado bastante deplorable. Todas las estancias apuntaladas por varias zonas, por algunos pasillos hay que pasar de uno en uno porque hay pasos con maderas cogidas con «alfileres», y una gran diversidad de «flora y fauna» no agradable a la vista. Por este motivo, el plazo de 24 meses de ejecución de las obras, a partir de finales del 2008, se podría ampliar según la problemática que presente en su rehabilitación la estructura del edificio.
Sala de exposición
El Museo de la Cerámica mostrará una exposición permanente sobre esta expresión artística, desde sus orígenes hasta la actualidad plasmada en siete salas expositivas. Habrá dos colecciones, una muestra de la colección permanente de objetos y obras de arte de cerámica de Triana y otra exposición sobre el proceso de la tecnología de la cerámica «in situ», con explicaciones sobre sus distintas formas de producción y las herramientas necesarias. Para esto, Monteseirín explicó que de los hornos para la cerámica que contiene el edificio, uno de ellos se destinará a la elaboración real de cerámicas, tanto para la producción propia de la casa de Cerámicas Santa Ana como para la muestra al público de la elaboración artesanal de este producto.
El conjunto del inmueble está compuesto por siete hornos para la cocción y las diferentes dependencias anexas para la fabricación de las famosas piezas cerámicas trianeras.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario