Sevilla se está llenando de exotismo. El suave clima durante todo el año está propiciando que varias colonias de loros tropicales se asienten en nuestra capital. Aunque, todo empieza por el descuido, queriendo o sin querer, de unos cuantos. Estos «descuidados» adquieren las aves en establecimientos de venta de animales domésticos. No obstante, el verdadero motivo de que estas poblaciones de loros estén surgiendo en las ciudades de todos el mundo es, por una parte, porque su entorno natural está desapareciendo por la mano del hombre, y por otra parte, la avidez de cazadores furtivos que negocian con estos animales para venderlos a un módico precio a las tiendas de animales.
En Sevilla, estos loros han tomado como nuevo hogar parques como Amate y Miraflores. En el primero, operarios de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla, han llegado a contabilizar hasta una veintena de estas aves. Allí, cada mañana, los que deciden dar un paseo por el parque disfrutan del colorido y sonido de estas aves cuando van volando de un árbol a otro buscando comida. Aunque, no todo es de color de rosa. Varios vecinos residentes cerca del Parque de Miraflores se quejan del sonido que emiten estos pájaros, ya que éstos suelen anidar cerca de las viviendas más cercanas al parque.
Peligro a la vista
Por otro lado, la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Sevilla advierte que «cualquier animal que no pertenece a un ecosistema de alguna forma afecta al hábitat, -y con respecto a estas aves aseguraba que-, se comen el grano que normalmente comen las aves propias del lugar y una serie de plantas que hasta ahora habían permanecido intactas».
La Sociedad Protectora afirma que hasta el momento no se ha planteado «un verdadero peligro», porque la cota de estos animales no ha pasado ciertos límites. Asimismo, asevera que en el momento que sobrepasen una «cota decente» se procederá a realizar un estudio exhaustivo para dar solución al problema y determinar qué especies exóticas son las que anidan en nuestra ciudad.
De la tienda al parque
Los loros tropicales, algunas veces, se compran cuando aún no han alcanzado el tamaño final, así, los clientes sacan de las tiendas a estos animales cuando miden tan sólo ocho centímetros. Sin embargo, al poco tiempo, algunos de estos llegan a alcanzar hasta el metro y medio de longitud. Otras veces, el tamaño de estos animales y el sonido que emiten es un gran punto de atracción para los más pequeños de la casa.
Tanto en un caso como en otro, el destino de estos animales suele ser nefasto, aunque los más afortunados son llevados, por sus dueños, a parques zoológicos. La mayoría de los que adquieren estos animales, y luego quieren deshacerse de ellos, optan por abandonarlos en un paraje en el que , según dicen, pueden estar a gusto. Pero, nada más alejado de la realidad, esta decisión puede conllevar un peligro importante para las miles de especies, tanto animales como vegetales, que habitan en el lugar.
Los inseparables
Los operarios del Parque Amate hablaban de la existencia de más de una treintena de estas aves en 2006. «Este año se ven menos, pero hemos visto los nidos de estos pájaros, por lo que, seguramente, recuperen rápidamente la colonia que tenían el pasado año».
Si bien, estos nuevos moradores de los parque sevillanos están asentándose cada vez más, no son los únicos. Una raza de loro que se está poniendo de «moda» entre el público infantil también está anidando en los parques de la capital hispalense. Se trata del «inseparable», un guacamayo de origen amazónico, que tiene como peculiaridad establecer un vínculo de hermandad con su dueño o con otra ave de su raza. Uno de los operarios del parque afirmaba que «algunos niños, y otros no tan niños, habían estado merodeando en el Parque Amate en busca de esta especie. Y más de uno consiguió llevarse a su «nuevo amiguito» a casa». También, este tipo de ave, ha sido vista por vecinos del entorno de Miraflores en el parque. Otros de los operarios de Amate reconoce que muchas personas han intentado atrapar a estos loros, aunque sin mucha suerte.
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1 comentario:
Hola, una pequeña corrección: los inseparables son originarios de África. Aquí en Mallorca, las cotorras argentinas son una plaga.
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